El nuevo informe de Oxfam, titulado El virus de la desigualdad, revela que la fortuna de los diez hombres más ricos del mundo se ha incrementado en medio billón de dólares desde que comenzara la pandemia, cantidad más que suficiente para financiar la vacunación contra la COVID-19 de toda la población mundial y evitar que ninguna persona del mundo se vea sumida en la pobreza a causa del virus. Hemos recibido una gran cantidad de preguntas sobre el informe.
A continuación presentamos las respuestas a las diez preguntas más frecuentes:
1. ¿Cómo puede Oxfam estar segura de que la COVID-19 provocará un aumento drástico de la desigualdad en el mundo?
El FMI, el Banco Mundial y la OCDE han mostrado su preocupación por que la COVID-19 produzca un repunte de la desigualdad en todos los países del mundo. A esta visión se suma un nuevo estudio global en el que Oxfam ha entrevistado a 295 economistas de 79 países, el cual revela que el 87% de ellos prevé que la desigualdad de ingresos "aumente" o "aumente mucho" en sus respectivos países a consecuencia de la pandemia.
Esta preocupación se ve reflejada en lo que está ocurriendo tanto en países ricos como pobres. Los más ricos de la sociedad han conseguido aumentar sus ahorros durante el confinamiento, pero las personas en mayor situación de pobreza han experimentado una pérdida de ingresos y a menudo han tenido que endeudarse para salir adelante.
Todavía llevará algo de tiempo disponer de todos los datos necesarios para calcular con exactitud la desigualdad, pero todo apunta a que, a menos que los Gobiernos actúen inmediatamente, se va a producir un aumento de la desigualdad en todos los países del mundo al mismo tiempo, un hecho sin precedentes desde que existen registros sobre la desigualdad.
2. ¿Cuál es el vínculo entre la riqueza, la desigualdad y la pobreza?
Nuestras profundamente injustas economías están enriqueciendo aún más a una minoría que ya era rica a expensas de millones de personas en situación de pobreza. A lo largo de los últimos 40 años, el 1 % más rico de la población mundial ha capturado una mayor proporción de los beneficios del crecimiento económico que la mitad más pobre de la humanidad. Esta desigualdad alimenta la pobreza.
Si los beneficios de la actividad económica se hubiesen repartido de manera más equitativa, si los Gobiernos invirtieran en sanidad y educación en vez de bajar los impuestos a las grandes empresas y las personas más ricas, si las grandes empresas pagaran un sueldo digno a su personal en vez de engordar los dividendos de sus accionistas, y si se antepusiera el acceso a los medicamentos y las vacunas a los derechos de propiedad intelectual y los beneficios de las grandes farmacéuticas, hace años que se podríahaber erradicado la pobreza en el mundo.
3. ¿Por qué los milmillonarios han recuperado su nivel de riqueza tan rápido?
Los mercados bursátiles sufrieron su mayor caída con la irrupción de la pandemia, destruyendo activos financieros por valor de miles de millones de dólares. Bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo, inyectaron miles de millones de dólares para evitar el colapso, permitiendo la recuperación de los mercados, y con ellos, las fortunas de las personas más ricas del mundo, cuyo patrimonio está compuesto mayoritariamente por valores y acciones. Como resultado, en tan solo nueve meses los milmillonarios ya habían recuperado toda la riqueza que habían perdido debido a la COVID-19, mientras que las personas en mayor situación de pobreza podrían necesitar más de una década para recuperarse.
4. ¿Por qué critica Oxfam a los milmillonarios y las grandes empresas por su éxito y los beneficios que generan?
El problema no es ganar dinero; los beneficios excesivos y la riqueza extrema sí lo son. Son los síntomas de un sistema económico fallido que beneficia a una minoría a expensas del resto de la población.
Es el caso de la industria farmacéutica, por ejemplo. El Gobierno estadounidense ha invertido mil millones de dólares de sus contribuyentes en la farmacéutica Moderna para apoyar el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19. A pesar de que la empresa únicamente tiene capacidad para producir vacunas para menos del 7 % de la población mundial de cara a finales de 2021, se niega a compartir tecnología e información que podrían permitir que otros fabricantes produjeran la vacuna. Moderna también ha reservado todas las vacunas que producirá este año para los países, que pagarán un precio elevado por ellas, dejando sin nada a los países en desarrollo. Esto ha enriquecido enormemente a los dueños de Moderna. Este es exactamente el tipo de fracaso económico que alimenta la desigualdad extrema.
5. ¿Por qué Oxfam critica a personas ricas como Carlos Slim, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg, que han realizado donaciones millonarias para financiar la investigación de las vacunas y el funcionamiento de hospitales y para ayudar a las personas que están sufriendo la crisis de COVID-19?
Las personas que utilizan su dinero para ayudar a otras personas merecen ser aplaudidas. No obstante, las donaciones benéficas no sustituyen la responsabilidad de las personas ricas y las grandes empresas de pagar la parte justa de impuestos que les corresponden, y no justifica que utilicen su poder y contactos para ejercer presión con el fin de conseguir ventajas injustas sobre el resto.
Por ejemplo, las donaciones del sector privado en los Estados Unidos no superan los 20 000 millones de dólares anuales, pero se estima que el país dejó de recaudar 135000 millones de dólares en impuestos en 2017 por la elusión y evasión fiscal de las grandes empresas.
6. ¿Por qué la pandemia está afectando más a las personas en situación de pobreza que a las ricas?
A nivel mundial, la pandemia está afectando más a las personas en mayor situación de pobreza, especialmente a las mujeres y los grupos étnicos y racializados en situación de exclusión.
Es más probable que estas personas trabajen en sectores que han sufrido una pérdida masiva de empleos a causa de la pandemia (como la venta al por menor y el turismo). Además, como estos empleos suelen pertenecer al sector informal, también tienen menos probabilidades de recibir indemnizaciones por despido, disponer deahorros o acceder a prestaciones por desempleo en las que apoyarse en caso de despido.
Estas personas tienen menos probabilidades de tener acceso a servicios de salud de calidad cuando enferman, tienen más probabilidades de vivir en condiciones de hacinamiento o de trabajar en empleos que las exponen a un mayor riesgo de contraer el virus (como en los sectores de la limpieza, los cuidados y el comercio), y además, también tienen más probabilidades de padecer otros problemas de salud, lo que las expone a un mayor riesgo de morir a causa del virus.
Como Jean Baptiste, de 44 años, padre de tres hijos y trabajador migrante en una planta de procesamiento de carne en los Estados Unidos. La falta de medidas de seguridad adecuadas en esta industria ha propiciadola propagación de varios brotes de COVID-19 entre sus trabajadores y trabajadoras. Cuando Jean enfermó, le dijeron que siguiera trabajando y que ocultase que tenía fiebre, y cuando falleció, la empresa no informó a su familia ni a sus compañeras y compañeros. Después de que su viuda contase su historia a los medios, la empresa le envió una tarjeta y 100 dólares en efectivo. A día de hoy, tiene muchas dificultades para poder sacar adelante sola a sus hijos.
7. ¿Qué Gobiernos están respondiendo bien ante la pandemia? ¿Ycuáles lo están haciendomal?
El catastrófico fracaso de los Gobiernos a la hora de abordar la desigualdad ha hecho que la mayoría de los países carezca de los recursos necesarios para responder ante la pandemia de COVID-19.
Millones de personas han perdido la vida o se han visto arrastrados a la pobreza y al hambre por una insuficiente inversión durante décadas en servicios públicos de saludyla falta de protección de los derechos laborales y de un apoyo económico adecuado para las personas que no pueden trabajar. Aunque la pandemia de COVID-19 haya servido para que algunos Gobiernos reaccionen, otros siguen sin actuar, lo que conlleva desastrosas consecuencias.
Por ejemplo, el Gobierno de Kenia ha respondido ante la crisis de COVID-19 aplicando recortes fiscales a las personas más ricas y las grandes empresas, mientras queha destinado una financiación adicional insignificante a la salud pública y a medidas para apoyar a las personas que han perdido sus ingresos a causa de la crisis. Encambio, Argentina ha adoptado un impuesto solidario a la riqueza, de carácter temporal, que grava la riqueza extrema; este impuesto podríarecaudar más de 3000 millones de dólares que permitirían financiar las medidas para luchar contra la COVID-19, por ejemplo invirtiéndoloen suministros médicos y ayudas para las personas en situación de pobreza y las PYMES.
8. ¿Cómo pueden los Gobiernos implementar todas las medidas que Oxfam sugiere cuando nos enfrentamos a una recesión económica global sin precedentes?
Los Gobiernos tendrán que invertir de todos modos en la reactivación de la economía, por lo que la cuestión es: ¿qué sectores deberían priorizar? Oxfam insta a los Gobiernos a priorizar la inversión en sectores que ofrezcan empleos dignos y sostenibles, en lugar de malgastar miles de millonespara rescatar agrandes empresas ricas,a menosque se cumplan ciertos requisitos, como que las empresas rescatadaspaguen su justa parte de impuestoso reduzcan sus emisionesde carbono.
Basar la respuesta en la construcción de modelos económicos más justos y sostenibles aportará grandes beneficios para las personas y el planeta. Un estudio de Climate Action Network International reveló que invertir en energías renovables en los Estados Unidos permitiría generar casi tres veces más empleos que invertir la misma cantidad en combustibles fósiles. No obstante, a fecha de noviembre de 2020, las naciones del G20 se habían comprometido a destinar 251000 millones de dólares de los fondos para la recuperación frente a la COVID-19 a empresas de combustibles fósiles.
9. ¿Por qué Oxfam pide una subida de impuestosjusto cuando se necesitan recortes fiscales para estimular el crecimiento económico y la creación de empleo?
La idea de que aplicar unos impuestos bajos para los más ricos es favorable para el crecimiento económico y la creación de empleo está obsoleta. Gita Gopinath, economista jefa del Fondo Monetario Internacional, ha declarado recientemente que el FMI está a favor de la aplicación temporal de impuestos solidarios ala riqueza y las rentas altas para ayudar a financiar la recuperación, y ha advertido de que no deben volver a aplicarse medidas de austeridad en respuesta a la pandemia.
Una economía sólida se cimienta sobre una fuerza laboral con buena salud y con formación adecuada, buenas conexiones de transporte, una sólidared de comunicaciones y el Estado de derecho. Todo esto se financia a través de nuestros impuestos. Por ello, es fundamental que todos los miembros de la sociedad paguen la parte de impuestos que les corresponden justamente.
10. ¿Pretende Oxfam "abolir a los milmillonarios"?
Oxfam considera que la existencia de milmillonarios es síntoma de que vivimos en un sistema económico fallido, y que debería ponerse fin a la riqueza extrema. Consideramos que el mundo sería un lugar mejor con menos milmillonarios y más enfermeras.