Los Papeles de Pandora por el ICIJ destapan una realidad especialmente dura y preocupante en el caso de América Latina. Esta filtración, la mayor de la historia hasta el momento, menciona más de 330 políticos -incluyendo a 35 jefes de gobierno- de 90 países, y a más de 130 milmillonarios de la lista Forbes de 45 países.
La utilización de las sociedades offshore es una cuestión espinosa. En la mayoría de los países del mundo, no es ilegal constituir sociedades en paraísos fiscales, conocidas como sociedades offshore o sociedades pantalla. Pero sí lo es utilizarlas para tener activos ocultos, gestionar operaciones comerciales o para la tenencia de valores sin declararlos al país de origen del residente. ¿Cómo los Estados pueden regularlos? Ahí radica toda la dificultad. a opacidad de estas estructuras tiene el potencial de ocultar irregularidades y cuando menos levantar sospechas. Pero los múltiples montajes que aparecen en los Papeles de pandora demuestran que parece ser un buen negocio para las grandes corporaciones, los ricos y algunos poderosos.
¿Qué son los paraísos o guaridas fiscales?
No existe una definición universal para los paraísos fiscales o centros financieros extraterritoriales.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) identifica como paraísos fiscales únicamente en base al criterio de la transparencia, entendida como la existencia de convenios de intercambio de información a fines fiscales entre administraciones tributarias. Así, la lista de la OCDE está ahora vacía.
Para el ICIJ, responsable de las investigaciones sobre paraísos fiscales, Papeles de Panamá (2016), Papeles del Paraíso (2017) y la más reciente, Papeles de Pandora, son generalmente países o lugares con impuestos bajos, o nulos, que permiten a los extranjeros establecer fácilmente sus negocios allí sin control y gran opacidad. De hecho, estas jurisdicciones suelen limitar la divulgación de información pública sobre las sociedades que allí se registran y sus propietarios reales y últimos.
En OXFAM, entendemos que un territorio se comporta como paraíso fiscal cuando hay baja o nula tributación, poca identificación de quiénes son los propietarios de las sociedades, un tratamiento diferenciado de las actividades de residentes y no residentes, y un tratamiento fiscal especial para actividades como los intangibles o patentes, que permite reducir intereses financieros, la base fiscal y minimizar los impuestos pagados. Por regla general, son jurisdicciones con mecanismos de intercambio de información a efectos con otras administraciones tributarias muy limitado o inexistente del todo.
Los Papeles de Pandora nos ponen ante la realidad de la utilización masiva de sociedades offshore por parte de políticos, artistas, personalidades del mundo de la cultura o del deporte. En total, 11,9 millones de documentos filtrados, pero sigue siendo tan sólo la punta del iceberg. El experto mundial Gabriel Zucman estima que la riqueza mundial en paraísos fiscales podría representar un 10% del PIB mundial. Aunque intuitivamente asociamos el uso de los paraísos fiscales a actividades de corrupción o criminales, lo cierto es que según el Informe la comisión de Naciones Unidas, FACTI, la mayor parte de su uso tiene que ver con la utilización de las grandes empresas para pagar menos impuestos.
¿Cuáles son los principales paraísos fiscales?
La nómina de paraísos fiscales está cambiando continuamente, a medida que algunas jurisdicciones toman medidas para la cambiar sus prácticas bajo la presión internacional y los diferentes escándalos que ocupan las portadas internacionales. Pero también comienzan a emerger como nuevos refugios impositivos.
Según OXFAM, estos son los peores 15 paraísos fiscales para las prácticas empresariales:
- Bermudas
- Islas Caimán
- Países Bajos
- Suiza
- Singapur
- Irlanda
- Luxemburgo
- Curazao
- Hong Kong
- Chipre
- Bahamas
- Jersey
- Barbados
- Mauricio
- Las Islas Vírgenes Británicas
Gracias a todos los avances tecnológicos, el capital es altamente móvil y puede circular con mucha agilidad de un territorio a otro. No pensemos por tanto que los paraísos fiscales tienen que estar en América Latina para ser utilizados por las fortunas o empresas latinoamericanas. El primer inversor en América Latina es Holanda, un 30 % de la inversión que llega a Colombia lo hace a través de paraísos fiscales y un 40 % que sale, una gran mayoría, lo hace a través de Holanda.
¿Cuáles son los efectos de los paraísos fiscales para las personas en cada país?
Cada año se pierden al menos 427 mil millones de dólares al año debido al abuso fiscal internacional de los que más de la mitad son desviados por multinacionales a paraísos fiscales.
Esto significa que las ciudadanías de casi todos los países del planeta se ven gravemente afectadas en beneficio de un grupo selecto de multimillonarios propietarios de estas empresas. Cada dólar que se escapa a un paraíso fiscal es un dólar que no se invierte en hospitales, en salarios de maestros o en comprar vacunas. Y cuando nos digan que no hay recursos para hacer frente a políticas de protección social o de lucha contra el cambio climático, nuestra respuesta debería ser “busquen en los paraísos fiscales”.
Y aunque todos los países sufran los efectos de esta lacra, son los países en desarrollo quienes sufren desproporcionadamente más las pérdidas fiscales de los abusos de grandes fortunas y grandes corporaciones. en comparación con los ingresos fiscales que normalmente recaudan, el equivalente al 5,8% de sus ingresos fiscales, mientras que los países de ingresos altos pierden el 2,5%.
Las grandes corporaciones y las personas más ricas continúan manipulando el sistema para beneficiarse injustamente a sí mismas y a sus allegados. Debido a que la pérdida de ingresos daña a la gran mayoría de las personas que dependen de los servicios públicos financiados con impuestos, esto reduce la garantía de los derechos humanos y amplía las desigualdades.
¿Pueden los gobernantes de los países tener cuentas en paraísos fiscales?
Hoy no es ilegal tener una cuenta en un paraíso fiscal para una persona común. No obstante, las leyes están hechas (o no hechas) bajo el control de un gran lobby de las élites y de las grandes corporaciones. Además, aunque algo aún no tenga una ley, no significa que no debería existir urgentemente una ley que lo regule. En cualquier lugar, si no es ilegal pero sí injusto y amoral, es que es hora de cambiar las leyes.
Es especialmente preocupante la implicación de cargos públicos en escándalos como este. Existe un evidente conflicto de interés y acceso a informaciones privilegiadas si quienes deberían velar por el control en la lucha contra el fraude y la evasión fiscal o trabajar para endurecer los marcos reguladores son también quienes se aprovechan del sistema. Por lo tanto, debería estar prohibido desde el momento mismo de la toma de posesión del cargo, que sigan manteniendo sus cuentas, sociedades o activos en paraísos fiscales.
¿Qué se puede hacer para tener una mejor regulación de los paraísos fiscales?
OXFAM llama a los gobiernos a que pongan fin a los paraísos fiscales impulsando las siguientes medidas:
(1) Fin del secreto fiscal y de la opacidad de las sociedades offshore creando un registro público de los propietarios verdaderos, últimos y reales de cuentas bancarias y otros activos,
(2) Actualizar la lista de paraísos fiscales en cada uno de los países incorporando aquellos territorios de forma automática del 0% en el impuesto sobre la renta y los de muy baja tributación, incluyendo sanciones y contramedidas,
(3) Romper con la opacidad de las grandes corporaciones con informes, país a país, de sus principales magnitudes fiscales,
(4) Ampliar y hace más efectivo el uso del intercambio automático de informaciones entre las autoridades tributarias de todos los países,
(5) Poner fin a la casi total desfiscalización de la riqueza impulsando una nueva agenda global y nacional que grave la riqueza y el capital de manera justa.