Quiero “ir más alto” de lo que un dron puede volar

Un sistema de alerta temprana de la sequía con mujeres y tecnología de vanguardia.

En el Corredor Seco de Centroamérica, la sequía persistente - interrumpida por tormentas violentas que dañan aún más los cultivos - está expulsando a los agricultores de las tierras que han cultivado durante generaciones. La crisis climática es obviamente un tema serio, pero en un día soleado en las afueras de San Antonio del Mosco en El Salvador, no lo sabrías. Aquí, siete mujeres “quieren volar más alto” en un campo abierto durante una sesión de práctica con una nueva herramienta para predecir el futuro: un dron.

Ana Hernández pone a prueba el dron y lo prepara para un aterrizaje suave, y está satisfecha con los resultados. “Para mí, el miedo y el nerviosismo por operar drones son cosa del pasado”. Cuando Ana no está cultivando su tierra y cuidando a sus dos hijos menores, coordina la comisión de protección civil de su comunidad, participa en iniciativas de liderazgo de mujeres y toma cursos universitarios para profundizar su conocimiento sobre temas relacionados con desastres.

Ana ha sido una ávida participante en una serie de proyectos organizados por Oxfam y sus socias, orientados a ayudar a más de 3,000 mujeres de 30 comunidades rurales de El Salvador a tomar la iniciativa en la reducción de los riesgos de desastres. Los drones permitirán a las mujeres monitorear los niveles de agua en los ríos, el crecimiento de los cultivos en los campos y las áreas gravemente afectadas por la sequía, sin tener que recorrer todo el terreno accidentado. Y en emergencias como inundaciones, pueden ayudar a localizar a personas en peligro.

Inmer Arguenta Ramos, técnico de Fundación Campo (FC), ha estado entrenando a las mujeres y está satisfecha con los resultados. “Las mujeres superaron su miedo de usar tecnología y fortalecieron su autoestima”. FC es una organización de desarrollo rural con la que Oxfam trabaja en estrecha colaboración en programas para reducir los riesgos de desastres en el Corredor Seco. Sus proyectos enfatizan la equidad de género y el empoderamiento de los jóvenes.

“Las mujeres tenemos tanta energía y capacidad, y no hay límites para lo que podemos aprender”, dice Hernández. “Mi gran sueño es ver a todas las mujeres de mi comunidad capacitadas y empoderadas. Siento que lo estamos logrando”.