Honduras, un país de belleza natural y diversidad cultural, es escenario de una lucha constante por la defensa de los derechos humanos y la igualdad de género. En esta tierra de contrastes, un grupo valiente de mujeres defensoras se ha levantado para proteger su territorio, su medio ambiente y sus comunidades. A pesar de enfrentar amenazas y agresiones, estas defensoras persisten en su búsqueda por la justicia y un futuro mejor. A través de sus historias, se vislumbra un panorama complejo y desafiante, pero también lleno de esperanza y empoderamiento.
¡Su hogar y su razón para luchar! Así describe Marlen el caserío de La Laguna, ubicada el municipio de Guajiquiro La Paz – Honduras, para ella, el territorio más que un espacio físico, es el lugar donde se desarrolla su vida, donde se nutre su familia y donde encuentra refugio.
Sin embargo, geográficamente Guajiquiro es productor de agua, por lo que es catalogado como una reserva natural, por esa razón ha estado en el radar de las empresas hidroeléctricas y personas ajenas a la comunidad, lo que se ha convertido en una inminente amenaza para ella y su familia.
Ante esta situación, siguiendo el legado de sus ancestros se ha vestido de valentía y de conocimientos, se ha la formado dentro y fuera del país en temas de derechos indígenas y derechos humanos, lo que le ha servido como herramienta para enfrentar varios desafíos y proteger su territorio.
Poner un alto al proyecto hidroeléctrico del rio Palagua es algo que describe como uno de sus más grandes logros, pues es consciente que la labor de las defensoras por solo el hecho de ser mujeres es diferente a la de los hombres, ya que por naturaleza las mujeres desarrollan desde pequeñas una sensibilidad especial de estar continuamente conectado con la madre tierra.
Basada en su experiencia respecto al mecanismo de protección manifestó que debe ser más efectivo y que las medidas de protección no solo deben ser otorgadas, si no cumplidas con un verdadero seguimiento que haga sentir a las defensoras que están siendo resguardadas.
Manifestó que los procesos de formación son fundamentales en su trabajo ya que le permiten abordar la defensa de los derechos humanos de manera distinta y estratégica, por lo que aprovechó para agradecer el invaluable apoyo del programa ProDerechos.
Actualmente forma parte de la Plataforma Ambiental Autóctona Lenca de Guajiquiro (Palagua) y es presidenta del Consejo Local Indígena del Consejo Lenca.
La lucha por la preservación del bosque en La Tigra
Todo comenzó en 1980, cuando se unió junto con los demás habitantes de Jutiapa, Francisco Morazán, para defender su territorio y evitar que el Estado lo declarara ocioso. Pues desde hace tiempo la zona ha enfrentado amenazas constantes debido al interés de extraer recursos naturales, situación que la ha expuesto a muchos peligros, incluso a la violación de derechos y amenazas contra su vida.
Rachel destaca que la regularización de las tierras que defiende ha sido uno de sus principales logros y eso la ha impulsado más a continuar en ese camino de lucha para proteger el bosque y los recursos naturales que la rodean.
“Este territorio que resguardo son los pulmones de Tegucigalpa” fueron las palabras de la defensora, que actualmente forma parte de la Asociación Campesina Pro-mejoramiento en Defensa de Jutiapa, misma que representa 14 comunidades incluyendo la comunidad de Limones, lugar donde reside.
Al preguntarle de qué forma se ha defendido de las amenazas manifestó que ha interpuesto denuncias ante los entes competentes pero que no ha tenido respuesta, lo que la hace sentirse desprotegida y teme por su vida.
Sin embargo, en medio de la dificultad encontró una oportunidad, ya que el formar parte del proyecto Honduras con Derechos le ha permitido levantar su voz, a través de diferentes espacios y campañas en las que ha participado.
Defendiendo el territorio contra la explotación minera
A pesar de vivir en una comunidad con fuentes de agua, los habitantes del Valle de Siria sufren de escasez de este vital líquido debido a la actividad minera en los alrededores.
Por esa situación, por su familia, y las futuras generaciones Olga decidió marcar la diferencia, encabezando la lucha contra las compañías extranjeras dentro del comité Ambientalista del Valle de Siria, escenario que ha dado paso a que Olga y su familia sean objeto de intimidación y amenazas por parte de grupos armados, que incluso han traspasado su hogar.
Olga manifestó que hace algún tiempo le fueron otorgadas medidas de protección, pero al sentirse más expuesta y vulnerable tomó la decisión de renunciar a ellas.
A pesar de esto, Olga destaca la importancia de informarse y fortalecer sus capacidades de defensoría, porque en su caso le ha permitido construir redes con instituciones amigas y solidarias que le han brindado acompañamiento, uniendo su voz a la de otras mujeres que como ella defienden sus territorios y su derecho a un ambiente saludable.
Protegiendo los bosques y fuentes de agua en Minas de Oro
“En la unión esta la fuerza y el desarrollo de nuestro municipio” expresó Rosa Maria Cruz, quien trabaja en la integración y concientización para proteger los recursos naturales en la comunidad de Minas de Oro -Comayagua, un municipio rico en minerales como oro, plata y hierro.
La amenaza de la instalación de compañías mineras que ponen en peligro sus fuentes de agua en el lugar que Rosa describe como SU TIERRA AMADA es latente, por ello Rosa ha dedicado su vida a la defensa del medio ambiente y los derechos de las comunidades, siendo parte del Comité Ambientalista de los Municipios del Noreste de Comayagua (CAMNECO) y precursora de la fundación Cerro de Cáscara.
Rosa Maria describe el proyecto Honduras Con Derechos como una iniciativa donde se ha sentido protegida, apoyada y sobre todo escuchada.
Defendiendo el territorio y el agua en Danlí
Es conocida por su don de liderazgo y su espíritu alegre y solidario, Para Xiomara, la lucha por la defensa del territorio proporciona vida a las comunidades y con acciones de concientización, promoción y formación en derechos humanos ha logrado el reconocimiento y aprecio de la ciudad de Danlí.
Gracias al respaldo de varias organizaciones y de sus acciones de denuncia y oposición a la instalación de empresas mineras en la zona, han alcanzado logros importantes, entre ellos declarar a varios municipios libres de minería, lo que la hace sentirse orgullosa del empoderamiento alcanzado.
Actualmente Xiomara representa a la Red Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería en Honduras (RENACAMIH) siendo una de las 13 organizaciones fortalecidas con el Fondo de Ayuda a Terceros, a través del proyecto Honduras con Derechos.
Defensoras de derechos humanos en Honduras, una vida entre amenazas y desafíos
“El acceso a la justicia y a la reparación de daños es más difícil para las mujeres defensoras, más aún si enfrentan múltiples formas de discriminación por motivos de raza, condición económica, ruralidad y otros ” menciona con preocupación Daisy Avila, directora de Oxfam en Honduras.
En cuanto a los mecanismos de protección, evidenció que las estadísticas muestran una tendencia creciente en el número de ataques letales y no letales (amenazas a muerte, acoso judicial y la violencia física y sexual, campañas de difamación) contra defensoras, muchas de ellas con medidas de protección, lo que indica que las acciones que desarrolla el gobierno no han dado los resultados esperados.
Aseguró que las defensoras se encuentran en el centro de las acciones de Oxfam en Honduras, priorizándoles en todos los ejes de intervención como ser justicia de género, justicia climática e industrias extractivas, nuevos humanitarismos y resiliencia, justicia fiscal y empoderamiento económico, sin embargo, como organización enfrentan grandes retos, entre ellos el machismo y una cultura patriarcal que hace difícil su labor y el de las defensoras.
Es responsabilidad del Estado garantizar un entorno propicio, un espacio seguro para que las defensoras realicen su labor, impulsando cambios en la legislación nacional e implementando medidas que promuevan una cultura de respeto a los derechos humanos.
El desafío de la violencia intrafamiliar y el respaldo institucional
Para Brenda Zuniga, coordinadora del proyecto ProDefensoras y enlace de CONADEH, la violencia intrafamiliar es uno de los factores de violencia que enfrentan las defensoras, a la vez, sufren de estigma por desafiar los roles tradicionales asignados a las mujeres y defender sus derechos en los espacios públicos.
Plantea el reto de llegar a todas las comunidades para que las mujeres defensoras vean al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos como un aliado estratégico, proporcionando protección y respaldo institucional, colaboración que podría ser esencial para empoderarlas y romper los ciclos de violencia los que se enfrentan.