que paguen más quienes más contaminan
La crisis climática avanza ante nosotros, arrasando vidas y economías en todo el planeta. Sin embargo, su impacto no es equitativo: quienes menos han contribuido al problema —como comunidades pobres, pueblos indígenas y grupos racializados— son los más afectados. La discriminación agrava esta injusticia, dejando a las mujeres y a los jóvenes cargar con las peores consecuencias, mientras su futuro se desvanece.
Mientras tanto, las élites y las grandes corporaciones enriquecidas explotan los recursos y contaminan impunemente, dejando al resto de la sociedad pagar los platos rotos. Pero hay alternativa. Un futuro justo y sostenible es posible si garantizamos recursos a las comunidades más vulnerables para que resistan y prosperen. Los mayores contaminadores, responsables de esta crisis mientras amasaban fortunas, deben asumir el costo de los daños. Solo haciéndoles pagar podremos reunir los fondos necesarios para enfrentar la emergencia climática.