En un momento clave para Guatemala, tras el giro en la Presidencia y cuando un nutrido grupo de diputados promueven una ley de Competencia con el fin de proscribir prácticas empresariales fraudulentas que consolidan privilegios y concentran de forma extrema dinero y poder, Oxfam en Guatemala, analizó la relación entre una competencia restringida, baja inversión productiva, rentas empresariales grandes, el valor que los trabajadores agregan a la economía, y sus salarios. Los resultados sugieren múltiples oportunidades y caminos. Esto lo plasmamos en el informe Productividad, Competencia y Condiciones Laborales: Cómo hacer que la economía funcione también para los trabajadores.

Una mayor productividad laboral puede ser un motor para el crecimiento económico de Guatemala, siempre y cuando se promueva un reparto equitativo de los beneficios entre los trabajadores y las empresas, se fomente la inversión en transformación productiva y se implementen políticas que impulsen la eficiencia y la innovación. Y es que, en el sector formal de la economía, alrededor del 80% del valor agregado por el trabajo lo acaparan las empresas y solo en torno al 20% se destina a salarios. Este margen exorbitante de la ganancia se deriva sobre todo de mercados capturados por corporaciones con la capacidad de imponer precios altos al consumidor y pagos bajos a sus trabajadores, y no a inversiones en innovación y progreso técnico.

Conoce a través de estos documentos alternativas y propuestas acerca de cómo aprovechar los debates actuales para lograr una economía más justa e incluyente, en donde ésta funcione también para los trabajadores.